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Buenos Aires. El presidente de Argentina, Javier Milei, quedó en el centro de la polémica tras promocionar en su cuenta de X una criptomoneda llamada $Libra, que atrajo millones en inversiones antes de desplomarse en cuestión de horas. La oposición lo acusa de promover una posible estafa y pedirá su juicio político en el Congreso.
El pasado fin de semana, Milei sorprendió a sus seguidores con un mensaje en redes en el que celebraba el crecimiento del «liberalismo en Argentina» y fijaba un post donde promocionaba el nuevo token. Acompañó su publicación con un enlace a la web oficial del proyecto, el identificador de la moneda y el contrato del token para que los interesados pudieran invertir a través de la billetera Solana.
La criptomoneda $Libra, un memecoin sin respaldo real, se disparó hasta alcanzar los 4,7 dólares en pocos minutos, pero en menos de cinco horas cayó abruptamente hasta 0,19 dólares, dejando grandes pérdidas a los inversionistas que ingresaron tarde al esquema. Analistas del sector alertaron de inmediato que podría tratarse de un «rug pull», una estrategia fraudulenta donde se infla artificialmente el valor de un activo para luego vender y abandonar el proyecto con las ganancias.
El escándalo creció aún más cuando se reveló que KIP Network, la empresa detrás de la moneda, registró la web oficial apenas unas horas antes de la publicación de Milei, lo que levantó sospechas sobre un posible uso de información privilegiada.
La oposición reaccionó con dureza. El diputado socialista Esteban Paulón anunció que presentará un pedido de juicio político contra el mandatario, mientras que el bloque de Unión por la Patria, liderado por Cristina Kirchner, acusó a Milei de «actuar como el gancho de una estafa digital». Desde la Unión Cívica Radical (UCR), también exigieron una comisión investigadora para esclarecer lo ocurrido.
Mientras tanto, seguidores del presidente intentaron defenderlo, primero sugiriendo que su cuenta en X había sido hackeada y luego asegurando que Milei fue víctima de personas inescrupulosas dentro de su propio entorno. Sin embargo, las críticas no cesan y el debate sobre su responsabilidad en la caída de $Libra sigue encendiendo las redes y el escenario político argentino.
