La Terminal Terrestre de Tulcán sigue en el centro de la polémica por los inconvenientes de inseguridad dentro y fuera de sus instalaciones. Ante este escenario y el anuncio de que el Municipio debe asumir las competencias de la terminal y construir una nueva, se realizó una visita el pasado martes 24 de junio.
En el recorrido participaron el alcalde de Tulcán, Andrés Ruano; el administrador de la terminal, Sebastián Almeida; y el secretario general del Sindicato de Choferes del Carchi, Carlos García.
Como primera medida, se acordó instalar vallas entre la terminal y la plazoleta Ecuador, con el fin de evitar el ingreso de enganchadores y reducir los casos de extorsión.
También se definió, mantener una nueva reunión para firmar un acta de compromisos. La cita se concretó el jueves 26 de junio. Participaron el alcalde, el secretario del Sindicato de Choferes, el director provincial de la Agencia Nacional de Tránsito, representantes de la Policía Nacional, la Unión de Cooperativas de Transporte Interprovincial del Carchi, además de gerentes y presidentes de las diferentes operadoras de buses.
La reunión comenzó a las 15:00 y se extendió hasta las 18:00. Durante el encuentro, los dirigentes de las operadoras de transporte expusieron sus inquietudes. Denunciaron que son víctimas de extorsión por parte de extranjeros que imponen tarifas a cambio de pasajeros. También señalaron que otros gremios de la transportación estarían involucrados en estas negociaciones, dirigiendo pasajeros.
Uno de los dirigentes, que prefirió no revelar su identidad, aseguró que las pérdidas por estas extorsiones alcanzarían los 10 mil dólares mensuales. Además, se generaron acusaciones entre los propios operadores por no respetar las tarifas oficiales y por abrir oficinas de venta de boletos en Rumichaca.
Exigencias
Estuvieron presentes Reinaldo López, de la Unión de Cooperativas; Edin Morán, de Flota Imbabura; Armando Chulde, de Taxi Gacela; Ismael Santamaría, de la Cooperativa San Cristóbal; Martín Guerrero, de Velotax, entre otros.
Los asistentes exigieron al dueño de la terminal y al alcalde que se tomen acciones para frenar la inseguridad. Durante la reunión se presentaron nuevas propuestas, entre ellas reforzar los cerramientos en la parte superior de la terminal, habilitar un acceso por la calle Carabobo y trasladar las oficinas de venta de boletos a una nueva ubicación.
A pesar de los avances, surgieron nuevas inquietudes que retrasaron las resoluciones. El alcalde Ruano planteó que el Municipio asuma la administración de la terminal actual, mientras se construye una nueva estación de transporte.
Otra propuesta contempló sellar los accesos desde la terminal hasta la calle Julia Andrade y que las revisiones antidrogas, se realicen dentro de la misma estación.
Reubicación de oficinas
El debate se centró en la intervención de la infraestructura y la reubicación de las oficinas, lo que generó un cruce de palabras entre los representantes de las operadoras y el secretario del Sindicato, Carlos García.
Los gerentes de las cooperativas de transporte manifestaron su disposición de financiar la reubicación de las oficinas en la parte baja de la terminal. A su vez, solicitaron que el Sindicato se encargue del estudio técnico necesario. Carlos García explicó que el Sindicato no dispone de recursos para cubrir ese gasto.
Es todo, menos una terminal
Los acuerdos no se concretaban, por lo que, Silvio Enríquez, director provincial de la Agencia Nacional de Tránsito del Carchi, intervino y cuestionó al secretario del Sindicato por la falta de garantías de seguridad. Calificó a la terminal como un «gallinero», a partir de ahí, se retomaron los diálogos.
Compromisos
Finalmente se llegó a un consenso. Reinaldo López, de la Unión de Cooperativas, informó que se acordó:
La primera medida será instalar las vallas en la plazoleta Ecuador, para evitar la presencia de enganchadores. También se ejecutará un estudio técnico para reorganizar internamente las oficinas, cuyos costos se dividirán en partes iguales entre la Unión de Cooperativas y el Sindicato de Choferes. Los propietarios de las operadoras asumirán los gastos de las nuevas oficinas.
El alcalde Ruano mencionó que se analizan alternativas para no dejar sin trabajo a los enganchadores que desempeñan su labor de forma correcta. Además, se trabaja en una propuesta para implementar una zona azul en los alrededores de la terminal. //LJV