Cerca de 5000 hectáreas productivas de aguacate, pepinos, pimiento, ají, mango y más, de la parroquia San Vicente de Pusir, cantón Bolívar, son gravemente afectadas por falta de riego.
El colapso del canal de riego, que tiene más de 45 años, deja a cerca de 2500 usuarios con sus cultivos a la deriva por falta de atención.
Samantha Congo, presidenta del GAD Parroquial San Vicente de Pusir, señaló que el estado del canal es crítico. Esta alerta no es nueva, pues desde noviembre de 2023, mediante documento, se informó a la Prefectura del Carchi el estado del sistema.
La dirigente señaló que también se presentó a la institución provincial un proyecto para la rehabilitación del canal por un monto aproximado de 1 millón de dólares. Sin embargo, en ese entonces fueron informados que la competencia sobre dicho canal también recae en la Empresa Pública de Agua Potable.
Según la presidenta, el canal abastece a productores de Carchi e Imbabura por lo que se exige el involucramiento de ambas prefecturas para dar solución a este tema. El estado crítico del canal ha dejado a los terrenos, en plena siembra, sin agua de riego por casi 10 días.
Pese a las mingas que hacen los moradores, para retirar lodo y piedras para limpiar el espacio, la magnitud del daño requiere intervención técnica, maquinaria y un proyecto de rehabilitación integral.
“Hacemos un llamado de atención al Sr. prefecto y sus equipos técnicos para que se nos atienda de manera oportuna”, dijo la dirigente.
Señaló que en horas de la mañana, tras exponer este requerimiento en medios de comunicación, recibió llamadas de funcionarios del Gobierno Provincial. Esperaban concretar una reunión preliminar para trazar acciones, pues una de las demandas es que el equipo técnico y resoluciones oficiales e inmediatas se hagan en territorio.
Fausto Gángula, productor de San Vicente de Pusir y vicepresidente de la Junta de Agua, asegura que la molestia de los productores ha llegado al límite. Este productor tiene sembradas cerca de 15 mil plantas de pepino. Tras 10 días de no contar con agua de riego, asegura que al menos 3000 de ellas ya empiezan a secarse lo que genera una pérdida aproximada de 4000 dólares.
La comunidad pide a los dirigentes declararse en resistencia, luego de que en más de un año de gestión no han sido escuchados.
El reclamo va hacia las prefecturas de Carchi e Imbabura y a la Empresa de Agua Potable EP para que asuman sus funciones y respondan a los agricultores.
“Estamos cansados de promesas, queremos hechos. Al prefecto y a los demás responsables les damos 48 horas para dialogar en territorio con compromisos firmes”, aseguró.