Un grupo de médicos del Hospital Luis Gabriel Dávila (HLGD) de Tulcán entregó a través de zimbra (correo institucional) una misiva al gerente de la casa de salud, Fernando Gallardo, para informar sobre dificultades que enfrentan en su trabajo y que afectan la atención de los pacientes.
El documento, fechado el 18 de septiembre, que llegó hasta la redacción del Interdiario La Prensa, detalla falta de insumos, medicamentos, personal y equipos, además de inconvenientes en los servicios básicos, lo que repercute en el funcionamiento del hospital.
En la carta, los médicos explican que no cuentan con materiales básicos como servilletas de papel para el lavado de manos. Además, el número de trabajadores de limpieza se redujo por falta de pago, lo que afecta los procesos de desinfección. Indican que en áreas como UCI, neonatología, cirugía y centro quirúrgico se presentaron infecciones relacionadas con la atención hospitalaria.
Otro punto expuesto es la reducción de diésel. Según un aviso interno del 18 de septiembre, la provisión de vapor se encuentra limitada, lo que interfiere en la central de esterilización y lavandería. Esto impide programar cirugías de acuerdo con la demanda y genera retrasos en la lista de espera. En la carta también se menciona que no existe agua caliente de manera permanente para la higiene de los pacientes.
Respecto a medicamentos y reactivos de laboratorio, el documento señala que la escasez complica la atención, sobre todo en la madrugada. Faltan fármacos de difícil acceso en farmacias externas, lo que afecta a pacientes en estado de emergencia. Aunque se han realizado advertencias y pedidos, los trámites de compra tardan más tiempo por la reducción de personal en el área administrativa de adquisiciones públicas.
Los médicos también informan que los equipos biomédicos ya cumplieron su vida útil. Aunque todavía funcionan, no lo hacen al 100%. A esto se suma que desde julio no existe personal de mantenimiento, luego de desvinculaciones sin plan de reemplazo.
En relación con el personal, la carta registra una brecha de 66 profesionales en distintos servicios. Esto ocasiona sobrecarga de trabajo y limita la atención. En cirugía, la falta de anestesiólogos y ginecólogos redujo la cobertura. Tampoco se realizan consultas de gastroenterología y existe falta de seguimiento a pacientes de psicorehabilitación. En imagenología, varios equipos permanecen fuera de servicio por falta de repuestos y mantenimiento.
El oficio también menciona que se han aplicado medidas temporales para mantener la atención. Entre ellas, trasladar a pacientes obstétricos al quirófano general, solicitar servilletas a empresas privadas y pedir préstamos de insumos y medicamentos a otras unidades. Los médicos indican que estas acciones cubren solo de manera momentánea las necesidades del hospital.
En el documento se expresa que el personal se siente evaluado sin que se consideren las limitaciones actuales. Se señala además que la ciudadanía debe conocer lo que ocurre y exigir el derecho a la salud, ya que el hospital no solo atiende a la provincia del Carchi, sino también a usuarios de la Zona 1. Hasta el cierre de esta edición los galenos no recibieron respuesta. //LJ
Gobernador se pronunció
El gobernador del Carchi, Andrés Martínez, sí se pronunció en una entrevista con Radio Católica. Afirmó que el hospital continúa operativo, aunque reconoció que existen requerimientos. Explicó que actualmente hay un 65% de abastecimiento de medicamentos, que se trabaja en asegurar a las ambulancias y que el diésel ya fue entregado hace pocos días.
Martínez dijo que desconocía la carta presentada por 20 médicos y los invitó a dialogar con las autoridades para revisar los temas planteados. También indicó que se dará seguimiento a los pedidos presentados.
Este medio buscó la versión del gerente del hospital, pero no obtuvo respuesta.