Las Fuerzas Armadas del Ecuador ejecutaron una operación militar para recuperar el control total de la zona de Buenos Aires, en la provincia de Imbabura. La acción se dirigió contra los puntos de minería ilegal ubicados en Mina Vieja, Mina Nueva, Mina El Olivo y Esperanza de Río Verde.
En videos difundidos en redes oficiales del Estado se observó el uso de artillería en los sectores donde se encontraban las minas. El ministro de Defensa Nacional, Gian Carlo Loffredo, junto con el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, lideró la intervención desde el territorio. El objetivo fue destruir estructuras, procesadoras, poleas y campamentos utilizados para la extracción de minerales sin autorización.
El área intervenida alcanzó 187 hectáreas, donde se destruyeron más de 720 bocaminas empleadas por grupos que operaban de forma ilegal. Para mantener el control territorial y evitar el retorno de la actividad minera, el Gobierno dispuso el despliegue permanente de 300 militares en Buenos Aires. El contingente establecerá un destacamento fijo.
El despliegue activó alertas en la frontera norte, donde unidades militares del Carchi permanecen vigilantes ante el posible desplazamiento de mineros hacia las zonas mineras: El Cielito, en el cantón Mira, y El Chical, en el cantón Tulcán.
Minería ilegal en Carchi
En agosto de 2025, la Fundación Periodistas Sin Cadenas publicó una investigación que reveló que el material aurífero extraído en El Chical se traslada a comunidades colombianas para su procesamiento. Luego, el oro convertido en lingotes regresa a las provincias de Azuay y El Oro. El informe señaló que la minería ilegal financia a las disidencias de Los Comuneros del Sur del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y a la Segunda Marquetalia, conformada por exintegrantes de las FARC.
En ese mismo reportaje, Alexandre Dasilveira, comandante del Grupo General José María Cabal de Ipiales, informó sobre la existencia de campamentos con maquinaria ecuatoriana utilizada para procesar el mineral.
Ante este contexto, el coronel Milton Santillán, comandante del Batallón de Infantería Mayor ‘Galo Molina’, explicó que las Fuerzas Armadas mantienen presencia en la frontera norte con patrullajes, controles y reconocimientos.
Reconoció que parte del personal desalojado de Buenos Aires podría trasladarse al Carchi para continuar con la minería ilegal, por lo que se mantienen las operaciones de vigilancia.
Santillán mencionó que los grupos operan durante la noche y que, ante la presencia militar, suspenden sus actividades y se confunden entre la población civil. Mencionó que, en los sectores de El Chical y Maldonado existen grupos irregulares que cruzan la frontera entre Ecuador y Colombia, lo que dificulta las acciones de control. Por esta razón, las Fuerzas Armadas coordinan con las fuerzas militares colombianas, en especial con el Grupo de Caballería Cabal, para ejecutar operativos simultáneos conocidos como ‘tipo espejo’.
El coronel señaló que el personal militar asignado a los destacamentos es suficiente para las operaciones, aunque la extensión fronteriza, de unos 250 kilómetros, representa una dificultad para el patrullaje continuo. Recordó que hace dos meses se realizó una intervención con instituciones del Estado donde se desalojó a grupos dedicados a la minería ilegal y se retiraron construcciones usadas como centros logísticos. No descartó la posibilidad que este tipo de operaciones se repitan, incluso similares a las de Buenos Aires.
Informó que, aunque El Cielito pertenece al Carchi, desde este año su control está a cargo del Grupo de Caballería 36 debido al acceso más directo desde Imbabura. Explicó que Buenos Aires continuará bajo control militar y que parte del personal designado también operará en El Cielito para impedir el desplazamiento de mineros ilegales hacia esa zona.
Sobre El Chical, el comandante Milton Santillán indicó que las operaciones militares se ejecutan a diario y que también se enfocan en el control del personal destinado en la zona. Explicó que se aplica un sistema de rotación que impide la permanencia prolongada de los uniformados en un mismo punto, con el fin de evitar vínculos con grupos irregulares y asegurar el cumplimiento de las tareas de control en la frontera norte.
Operaciones en octubre
En cuanto a los resultados de octubre, Santillán señaló que entre el 1 y el 22 se registraron 407 personas y se decomisaron varios objetos relacionados con actividades ilícitas. Entre ellos constan 28 accesorios de radios y celulares, 24.209 metros de accesorios de minería, 24 alimentadores de armas, 18 armas blancas, 2 armas de fuego cortas y 8 largas. También se incautaron 28 canecas, 1.391 cápsulas detonantes, 4 chalecos antibalas, 4 galones de combustible y 20.000 metros de cordón detonante. Además, se destruyeron 24 tarabitas utilizadas para el transporte de material minero.
Durante los operativos se decomisaron 448,88 kilogramos de explosivos tipo anfo, 90 generadores eléctricos, 30 granadas, un motor de combustible, 63 herramientas empleadas en minería, un lanzagranadas, 6.165 sacos de material pétreo o mineral, 2.275 metros de mecha lenta, 3.067 municiones, 983 tacos de dinamita, 19 teléfonos celulares y 3 uniformes tipo militar y policial. En el desarrollo de estas acciones se reportó la muerte de una persona.//LJ